sagaces, discretos,
disimulan sus miradas,
disfrazan sus palabras,
sus pensamientos viciados
de palabras nunca dichas.
Deambulan los vampiros;
si creces, infelices
serán ellos,
te acarician, te
consuelan,
te engordan con sus egos,
aunque no dicen ni expresan,
oigo sus pensamientos.
Entre amigos sonrientes
deambulan los vampiros,
palmaditas en el hombro,
frasecitas elocuentes,
en sus envidias te
arrastran
y la saliva de sus
lenguas viperinas
es la trampa de tu caída.
Deambulan los vampiros
entre amigos sonrientes,
te embarran con sus heces
y esperan tu caída
para beber tu sangre
lentamente.
Unar Idycula
- 1996-
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