tan presente y etéreo
como un sentimiento intenso,
soltando breves destellos
desmoronados en el aparente tiempo,
memoria, recuerdos,
sonidos sin acentos.
Este consonante sentir interno estaba solo en una plaza,
sin músicos ni instrumentos,
con una canción ahogada
en su garganta muda.
Este sentir ha estado preso
y hambriento,
siendo yo su calabozo
solitario y sediento,
era como un hijo
abandonado a las puertas de un convento,
acogido entre asfixiantes y adoctrinados egos;
sobreviviendo en su
eterna vibración de trascendencia.
Era como un cachorro
flaco viviendo en un basurero,
contemplando el paso
evasivo del entorno y del recuerdo;
y el entorno transcurría
ralentizado y sin centro.
Este recuerdo contenido
ya no está aislado ni es huérfano,
tiene origen, casa y un
camino sin espacio y sin momentos,
es inmortal, eterno,
íntegro, inmutable en su centro.
Ahora le conozco y le vivencio,
es la huella liberada tan
olvidada y cercana,
tan anhelada y por tantos
velada…
Aquí mismo, dentro, antes
raquítico y hambriento,
pero ahora vivo y atento…
Este mi sentir interno,
este vibrar, este sentimiento…
Unar Idycula
2016
2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario será bien recibido, gracias.