Allí estaba yo, mirando por mi ventana como el viento mecía el olmo del jardín de mi portal. No había nunca reparado en lo alto que era ese árbol. Yo estaba en un cuarto piso que el superaba hasta llegar al quinto. El sol le iluminaba y él bailaba al ritmo que la brisa le marcaba.
Quise imaginar que ese magnífico árbol danzaba para mí, en agradecimiento por ese momento de atención consciente que jamás le había dedicado; verlo sí, muchas veces, pero contemplarlo nunca, no como en este momento, casi sintiéndome enamorada.
Tenía muchas cosas por hacer, rutinas, llamadas perdidas, montones de mensajes en los chats, demandas de ayudas y de atención, también reproches por no atender. Había colgado en todos mis perfiles de redes sociales un cartel con una frase que llegó a mí, y que desconozco su autoría, que dice: «A veces no estoy para todos porque me hago falta a mí misma».
Solo quería estar sola, tranquila y en silencio, contemplando como el olmo galantemente danzaba para mí. Mi móvil volvió a sonar, era Unar, a ella también le había dejado plantada ese día.
―Hola Otraocy, no has llegado a nuestra cita ¿Te pasa algo?
―Hola, nada de gravedad, no te preocupes. Necesitaba un poco de soledad, disculpa por no avisarte, pero perdí la noción de la responsabilidad, por unas horas todo dejó de importarme…
La frase “ser yo misma” no se me iba del pensamiento, últimamente me suele pasar, son frases que surgen de mí, no que las lea, o que alguien me las nombre por cualquier circunstancia. Cuando sucede, debo encontrar una conclusión, o hacer algo con esa frase que me acosa y hasta me desvela. Así fue como retomé contacto con mi lado artístico, volví a pintar, dibujar, y escribir poemas... Pero, no tengo claro lo que es eso de ser uno mismo, porque lo que se dice no me termina de encajar; y es que tampoco sé por qué ya no me encaja la explicación que se ha dado a esto.
Desde que soy una adolescente, he hecho todo lo posible por ser yo misma; ya sabes, estudios, autonomía de los padres y personal, y un largo, largo etc. Pero, la verdad es que no siento que nada de eso me haya llevado a ese encuentro. ¿Estoy siendo realmente yo misma? O, ¿Vivo en el autoengaño de ser yo misma?…
―Las frases que te llegan provienen de tu Voz Original. «Dijo Unar. Y esta vez nuestro encuentro fue telefónico».
― ¿Mi Voz Original? ¿Y eso qué es?
―Voz Original, parece obvio, pero no lo es. No es la otra voz, la que estás acostumbrada a seguir; no es la voz del "autómata adaptado" a su medio y circunstancias, las cuales están vinculadas a creencias, paradigmas socioculturales y religiosos. La Voz Original, generalmente está en conflicto con el autómata. Dos voces disyuntivas habitando en nosotros. La primera es de genética libre y la segunda es la programada, acostumbrada, estructurada... La Voz Original es la conciencia del Ser; la voz autómata desde la cual pasamos siendo conducidos o toda la vida o una gran parte de ella; está representada por una entidad artificial que creemos ser nosotros mismos...
―Vaya lío. «Contesté mientras me comenzaba a doler la cabeza, pero interesada por aquella versión, que, aunque había apreciado esbozos de la misma en tantos libros; era ahora cuando podía entenderlo con bastante claridad. Ella prosiguió hablando».
―¿Me dices que quieres ser tú misma? Pero... ¿Quién
es tú misma? Si desde los tres años somos desconectados, es decir, nuestro
verdadero Ser es desactivado de su Fuente Original, para pasar a tomar control
y dominio de nosotros la entidad que es llamada también conciencia artificial y
conciencia física. La misma, repito, es
automatizada a base de costumbres, educación, religión, cultura, etc.
―Vale... ¿Y qué pasa con nuestro Ser? ¿A dónde se va o dónde está?
―Queda prisionero dentro de nosotros, siendo su custodio y carcelero la entidad autómata o conciencia física. Esta toma mando y dominio a partir de los tres años.
―Entonces, ¿Quién puede llegar a ser sí mismo? Porque esto nunca se cuenta de esta manera, y habrá millones de libros que nos invitan a ser nosotros mismos. Pero si actuamos desde una personalidad artificial, que suplanta y encarcela al Ser verdadero; conseguirlo parece algo imposible, porque esta entidad sustituta, lo que hará permanentemente, será hacernos creer que estamos siendo nosotros mismos, marchando por caminos o modelos de vida, o estructuras de pensamiento que serán siempre parte del sistema de adaptación a este mundo...
Ser uno mismo parece algo imposible... «Últimamente, tenía la sensación de que yo era una persona útil para Unar; pero hoy me parecía lo contrario, porque, aunque en nuestros anteriores encuentros ella nunca parecía estar enviándome mensajes directos, en este instante me daba cuenta de que lo que hacía conmigo era tan sutil y delicado, para que así mi autómata no huyera en actitud defensiva».
―No es algo imposible; si te das cuenta y aceptas que esta dualidad habita en ti. Pero este es sólo un primer paso.
―¿Y cómo sabes eso de la desconexión a los tres años de edad? «Ya no me dolía la cabeza y comenzaba a sentir entusiasmo; las palabras de Unar eran una pieza de mi incompleto y desordenado puzzle de la conciencia».
―Porque lo vi y recuerdo cuando fui desconectada. «Contestó».
―¿Siii? ¡Pues cuéntamelo!
―Pues bien; aséate un poco, sal de tu aislamiento,
y vente a nuestro encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario será bien recibido, gracias.