Trínity se puso en contacto conmigo mucho antes del momento en el que escribo este relato. Fueron encuentros en los que prosiguió aportando abundante e interesante información; la cual yo fui receptando con más facilidad que las primeras veces. También me invitó a acudir con ella a varias reuniones, en las cuales me presentó a otras personas allegadas a ella. Allí conocí a Felipe, quien luego estaba en contacto bastante permanente conmigo. Me compartió el enlace de la web y también de su guía, maestra o mentora espiritual de un grupo al cual él pertenecía.
Lo cierto es, que después de muchas lecturas de la información canalizada por aquella persona, quien “lideraba” el grupo; definición que me indicaron, no era la correcta; Pero, ¿Cómo llamarle?... En uno de esos encuentros; fui invitada a ser algo así como una especie de aprendiz más comprometida con aquella filosofía de vida... Le comenté a Trínity sobre este tema, estaba dudosa con aquello, y mis dudas se debían a que todo el contenido que canalizaba aquella persona; se parecía bastante a lo que Trínity compartía conmigo.
―¿Quieres hacerlo? «Me preguntó Trínity».
―De momento, estando esto vinculado o al parecerse tanto a todo lo que me compartes, «contesté». No lo sé... Lo que sí tengo claro, es el firme propósito de avanzar como ser humano, superar las limitaciones del uso de estos rudimentarios sentidos, que la verdad sirven para poca cosa, es que ni siquiera me permiten conocer con certeza si lo que se me presenta es de verdad, que es un camino coherente y honesto de una real trascendencia humana y espiritual.
―Sabes, pienso que aún por cierto tiempo, quizás vayas a sentirte parecido en relación a cualquier otra elección.
―Sí lo sé, y en este caso, aunque sea muy avanzado y evolucionado el conocimiento que se me comparte allí; sigo siendo una creyente, no puedo ver por mi misma la realidad, ni tengo capacidad, de momento, para acceder a su fuente, conocer sus verdaderas intenciones. Ya he sido tantas veces engañada por otros guías y conductores, aunque también es cierto que en algún momento descubrí sus tramoyas y salí de ellas. Pienso que llegará el tiempo de desarrollarme sin “muletas”, pero mientras tanto, parece que el mensaje perpetuo desde casi la mayoría de corrientes de desarrollo espiritual, es que no me queda otra opción, que lo único que puedo hacer es dejarme guiar y confiar.
―¿Confiar dices? No es confianza lo que percibo en tus palabras.
―Es cierto, no es confianza total lo que siento, no puedo confiar del todo. Aunque acepte la invitación estaría en alerta. Es lógico; ya que lo que me has contado, me ha llevado a dudar de todo lo que me rodea y a saber que nada es lo que parece, de momento, como no puedo verificarlo por mí misma, hacia donde voy de la mano de la guía de ese grupo, tengo derecho a hacer ese camino con cautela, con prudencia, sin caer en otro adoctrinamiento, observando y estando alerta de que no se me pinte una holografía más.
―Pues sí, tiene sentido lo que dices, estás en libertad de tener todos los cuidados que necesites al respecto; y si no fuese así, si no se te permitiese observar, preguntar y tener cuidado, entonces sería una secta.
―¿Y tú Trínity? ¿No podrías decirme si esto es otro engaño?
―¿Quieres tomar una decisión desde mi certeza y no desde la tuya? No, la decisión es tuya, la responsabilidad es tuya. Yo ya he pasado por variados falsos maestros, falsa espiritualidad, y he recibido en lo onírico aviso del engaño en el que estaba en cada momento. Confío en mi misma principalmente, no me doy por vencida, no abandono mi objetivo, aquello por lo cual he regresado a este mundo en esta era planetaria. He nacido con poca cosa para poder usar como brújula, y es a través de mi vida onírica por donde recepto ciertos mensajes.
―Pues... Yo ni eso. Y ahora también me dices que no confíe en nadie, ni siquiera en ti, pues vaya…
Yo seguí sintiéndome frustrada, proseguía inclinada a seguir creyendo en otros aparentemente más adelantados en el camino, o que estaban aquí en el mundo con otra condición, humanos o humanas, que según decían conservaban muchas de sus cualidades Originales, o estaban en esta encarnación habiendo realizado ya un trabajo previo en las anteriores, o quizás eran infiltrados de otras dimensiones más adelantadas a esta; haciendo un trabajo de asistencia planetaria hacia nosotros. Pero tenía que seguir trabajando en mí misma, ya fuese sola o de la mano de otros más avanzados en el camino.
―Mi papel no es convencerte de nada. «Dijo Trínity después de un breve silencio de ambas».
―Lo sé, y si lo hicieras, entonces también desconfiaría de ti; pero ya me conoces lo suficiente como para saber eso... ¿No me queda otra cosa que jugar a la "gallinita ciega", confiando principalmente en que algún día veré la realidad por mí misma?
Yo seguí en silencio, mi sensación ahora era neutral, ni entusiasmo ni inquietud por aquella invitación; cosa que no me movía ni a decir que sí ni que no... No sé cuánto tiempo me quedé mirando hacia ningún lado en especial. La verdad estaba cansada y aburrida de emprender caminos religiosos, místicos, esotéricos y espirituales, sin ningún beneficio real para mi despertar. Yo seguía o así me sentía en situación de dependencia, que otros me contaran sus visiones, revelaciones, o canalizaciones. Estaba fastidiada de ser adepta, seguidora, creyente... No sabía que contestar, y ante ese sentir preferí no dar respuesta.
―Otraocy... Te percibo incómoda. No tienes porque sentirte presionada por la invitación que ellos te hacen.
―Sí, y no lo haré. ¿Sabes lo que haré? Lo que generalmente hago ante cualquier propuesta; investigaré. Aplicaré las mismas herramientas, los mismos principios que me has transmitido en todo este tiempo, para analizarlo. ¿Qué te parece? En conclusión, prefiero poner esto en cuarentena hasta sentir si es o no apropiado para mí.
―Como quieras y me parece muy acertado...
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