lunes, 21 de junio de 2021

CONVERSANDO CON TRÍNITY. La Fuente Primordial Vs. La Fuente Matrix. Crónica Nº 21. El Plan C

 


“La Cárcel Holográfica está muy bien configurada”, aunque no creamos que esto sea así. Mirando videos por Internet, observé que era muy notorio el torrencial tráfico de gurús, videntes, maestros, guías espirituales que circulaban en la web. Habían estado calladitos por un espacio de tiempo después del año 2012. Toda aquella ola de predicciones de fin de era, cataclismos, profecía maya, personas preparándose para irse a un búnker a finales de dicho año, etc., etc., etc. Pero amaneció el profetizado fatídico día, y aquí estábamos todos igual que siempre. No interactúe directamente con ninguno de estos portavoces; pero si leía los libros de alguno de ellos. Me preguntaba y aún me pregunto, ¿En dónde se metieron en el año 2013? ¿Qué explicación aportaron a sus seguidores directos? Sólo sé que uno de los autores que yo leía, no volvió a publicar ningún otro libro después de aquello.

Ahora la web estaba de parecida manera a aquellos años de antes del 2012; salían maestros espirituales, videntes, disidentes del sistema inspirados, canalizadores, etc., hasta de debajo de una piedra. Estaban los que aportaban algunas herramientas para ayudar a «surfear» la realidad planetaria, en medio del montón de información que transmitían socavando los paradigmas del sistema; y estaban los que yo llamo “asusta viejas”. Estos últimos parecían mayormente interesados en multiplicar el número de seguidores de sus canales, y bastante alejados de la sana intención de ayudar al despertar; aunque muchos, quizás, estuviesen convencidos de que eso hacían.

No diré que todos; pero mirando la gran mayoría de estos canales de difusión para “el despertar”, y quizás sin tener nosotros mismos un norte claro de lo que es realmente eso de despertar. La verdad, que escuchar a la avalancha de “entendidos y enterados”, era una locura.

El mundo parecía estarse dividiendo aún más; además de todas las divisiones conocidas, ahora surgía la de “negacionistas y tragacionistas”. Los primeros negaban el discurso oficial sobre la pandemia y le llamaban “plandemia”, y los segundos continuaban siendo ciegos creyentes de dicho discurso, el cual era bombardeado durante todo el día a través de los medios de “desinformación de masas”.

Por supuesto que yo estaba más del lado de muchos de los argumentos de los referidos “negacionistas”; puesto que hacía tiempo me había dado cuenta del mundo en el que estaba. La llamada pandemia y su veracidad vs. su falsedad, era uno de los motivos del incremento de canales de difusión; unos alertando contra las vacunas, otros afirmando su eficacia, unos alarmando sobre la gravedad de la pandemia, otros destapando las verdaderas estadísticas sobre muertes, enfermos, contagios… Y por supuesto, estaban los “pescadores de río revuelto”. Estos últimos, eran quienes salían a captar adeptos y seguidores para sus religiones y/o sectas, o quienes servían para seguir manteniendo a la peña confundida y/o sub informada.

En medio del revuelto panorama pandémico, habían retornado los maestrillos de la “New Age”; la nueva religión occidental (aunque ellos nieguen serlo) que había quedado agonizantes después del fallido año 2012, en el cual no se cumplió nada de lo que profetizaron.

Mientras reflexionaba sobre este tema, miré el calendario sobre mi escritorio y di un salto; pues me acordé de que había quedado con Trínity y ya llegaría tarde a nuestro encuentro.

Trínity y yo habíamos retomado el trabajo motivo por el cual nos conocimos; ella se había puesto en contacto conmigo para contratar mis servicios como correctora de un libro que quería publicar. Esto había sido aparcado por variadas circunstancias personales, tanto suyas como mías. Al parecer, había adelantado mucho con la escritura y quería entregarme los borradores.

Nunca más hemos vuelto a hablar de aquel sueño que me contaste por mail mientras yo estaba de viaje fuera del país. (Recordando el Retorno) «Comentó Trínity mientras yo echaba un vistazo a sus borradores»

Nunca recibí ninguna respuesta de tu parte a ese mail. «Contesté yo».

¿Cómo qué no? Sí que lo hice.

Pues yo nunca he leído tu respuesta, no sé por qué, pero no recibí ese mail.

Espera un momento, te lo reenvío ahora mismo.

Trínity me leyó aquella respuesta: «Al igual que en todos los demás planetas controlados por las razas regresivas; en el Holograma Tierra hay solo tres planes de vida: A, B, y C. Esta encarnación, vivirás una gran parte de tu vida bajo el control de los Gestores del Plan A, vivirás la transición y toma de control de los Gestores del Plan B. Pero el único plan de vida que te permitirá salir de la ilusión holográfica, será el Plan C. Siendo bastante probable, debido a los estrictos controles de supervisión satelital permanentes, que seas distraída, desviada, confundida, intervenida, etc. Pero nunca, nunca podrán borrar de tu avatar el programa “Plan C”; ni aun tras tu deceso, fuese cual fuese la causa del mismo. Porque siempre, siempre podrás volver a tu Origen Sideral».

Es una interpretación inquietante y al mismo tiempo alentadora. «Comenté mientras guardaba sus borradores en mi maletín y me quedaba con uno de los folios en mis manos». Me lo dices justo en un momento en el que tengo un tropel de preguntas, inquietudes, disyuntivas sobre el hecho de estar cuestionando si mi norte sobre mi progreso espiritual es verdadero, o es otra ficción más para quedarme tranquila o consolada de que estoy haciendo realmente algo en esa dirección.

Me quedé en silencio unos segundos, mirando el folio, aunque no estaba leyendo. Me sentía aburrida de este mundo, de esta realidad, todo lo que estaba pasando, la manera de proceder de tantas personas; principalmente de las cercanas que eran las que me daban un reflejo directo de como procesaban y accionaban ante tales acontecimientos; parecían marionetas movidas a control remoto. Cualquier intervención para hacerles llevar a una reflexión inteligente, diferente del discurso oficial sobre el mediatizado, manipulado y dictatorial panorama planetario, les ponía a la defensiva, entonces la respuesta era marcar las distancias. Me estaba convirtiendo en una especia de terrorista latente o algo parecido; alguien que en algún momento podría ser peligrosa para sus vidas.

Hoy no es tu mejor día, ¿cierto? «Me dijo Trínity, sin que hubiese expresado mis pensamientos en voz alta, la verdad es que tampoco tenía ganas de hablar; me negaba a caer en el pasado “modo quejica”, pues consideraba esta actitud algo superado en mí. Pero lo cierto es me quejaba por dentro, y ella podía percibirlo».

Yo seguí mirando el folio que no leía, y el “cencerro interno”; eso que habla solo, aunque no le des permiso, ese ruido, ese murmullo interior y que nos cuesta tanto silenciar; que además, en “días bajos” se aprovecha y dispara sus discursos sin tregua, antes de que vuelvas a recuperar el equilibrio y volver a estar vibratoriamente de pie…

Cómo seguir… en un mundo en donde todo es susto y más susto; que el sol es malo y debemos protegernos del mismo. Bebemos aguas contaminadas con cloro, nos envenenan con el flúor del dentífrico, densificando nuestra pineal por el bien de nuestros dientes. Modifican todos los alimentos porque según los gestores planetarios, la naturaleza no sabe de nada, y nos llenan la mesa con alimentos genéticamente modificados que nuestro cuerpo no reconoce. Lo que comemos está plagado con pesticidas, glifosatos… Todo tipo de sustancias que lo que hacen es intoxicarnos, envenenarnos, haciendo que nuestro metabolismo no funcione de la forma que tiene que hacerlo.

Tenemos el cerebro lavado, lleno de mentiras de la ciencia, la filosofía, la historia; que han sido manipuladas, tergiversadas. Estamos llenos de radiaciones que controlan nuestras mentes sin que nos demos cuenta, llenos de venenos en nombre del bienestar.

Las nanopartículas están metidas en todos lados. Modifican constantemente el clima a su antojo y en función de sus intereses. Nos han tapado la boca, nos han prohibido respirar, salir, vivir, abrazar, amar a la gente. Nos quieren desconectados, desde dentro de nosotros mismos, de nuestro propio Ser.

Yo por lo menos no les regalo mi miedo ni mi atención al 100%. Sigo decidida a centrarme en lo que sí quiero, en la conexión con mi propio Ser, al avance y la expansión de mi consciencia. Que por más ortogenética que haya, nada ni nadie podrá apagarme.

Aparté mis ojos del folio, miré a Trínity, que parecía escucharme, aunque yo llevaba rato sin pronunciar palabra.

¿Y cuál es ese Plan C que se supone conozco y debo recordar?

Tienes la respuesta en esos borradores que acabo de entregarte. «Mientras me decía esto dejé de verla por unos segundos, como si se hubiese desaparecido; miré hacia otro lado para reubicarme, y observé como el camarero de la cafetería me contemplaba como si viese a una loca, con disimulo apartó su mirada de mí y siguió con sus faenas. Retorné mi vista hacia Trínity quien ya se disponía a marchar dando por finalizada nuestra reunión».

¿Qué pasó? No lo sé, pero muchas veces cuando me reunía con Trínity acontecían estos pequeños detalles a los que yo no les encontraba explicación racional, o no los encajaba según lo que yo entendía por racional en esta realidad. Ahora quería estar de vuelta en casa para leer los borradores de Trínity, con un interés distinto al de la simple corrección o revisión.